miércoles, 23 de marzo de 2011

Dios segun Albert Einstein

Este es un extracto de una conversacion entre Albert Einstein y el Primer Ministro de Israel, en cuanto el Primer Ministro le pregunta sobre si cree en Dios. 
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...y llegué a la conclusión de que la mayor parte de las historias de la Biblia no son más que narraciones míticas. Dejé de ser creyente casi de un día para el otro. Me puse a pensar bien en el asunto y me di cuenta de que la idea de un Dios personal es un poco ingenua, hasta infantil. 
-¿Por qué? 
- Por que se trata de un concepto *****pomórfico, una fantasía creada por el hombre para intentar influir en su destino y buscar consuelo en las horas difíciles. Como no podemos intervenir en la naturaleza, creamos esta idea de que la administra un dios benevolente y paternalista que nos escucha y nos guía. Es una idea muy reconfortante, ¿no le parece?. Creamos la ilusión de que, si rezamos mucho, lograremos que Él controle la naturaleza y satisfaga nuestros deseos, como por arte de magia. Cuando las cosas andan mal, como no comprendemos que un dios tan benevolente lo haya permitido, decimos que debe obedecer a algún designo misterioso y nos quedamos así más reconfortados. Pero eso no tiene sentido, ¿no le parece? 
- No cree que Dios se preocupa por nosotros? 
- Piense que nosotros somos una entre millones de especies que ocupan el tercer planeta de una estrella periférica de una galaxia mediana con miles de millones de estrellas, y esa galaxia es, ella misma, una entre miles de millones de galaxias de existen en el universo. ¿Como quiere que crea en un dios que se toma el trabajo, en esta inmensidad de proporciones inimaginables, de preocuparse por cada uno de nosotros? 
- Bien, la Biblia dice que Él es bueno y es omnipotente. Si es Omnipotente, puede hacerlo todo, incluso preocuparse por el universo y por cada uno de nosotros, ¿no?, - ¿Que Él es bueno y omnipotente? !Vaya idea absurda! Si Él es, de verdad, bueno y omnipotente, como pretende la Biblia, ¿por qué razón permite la existencia del mal? ¿Por qué razón ha dejado que se produjese el Holocausto, por ejemplo?. Si lo piensa mejor, los dos conceptos son contradictorios, ¿no?. Si dios es bueno, no puede ser omnipotente, ya que no logra acabar con el mal. Si Él es omnipotente, no puede ser bueno, ya que permite la existencia del mal. Un concepto excluye al otro. 
¿Cual prefiere? 
- Pues tal vez el concepto de que dios es bueno, creo. 
- Pero ese concepto tiene muchos cabos sueltos, ¿se ha fijado? Si lee la Biblia con atención, se dará cuenta de que no transmite la imagen de un dios benévolo, sino más bien de un dios celoso, un dios que exige fidelidad ciega, un dios que causa temor, un dios que castiga y sacrifica, un dios capaz de decirle a Abraham que mate a su hijo sólo para asegurarse de que el patriarca le es fiel? ¿Para qué, siendo Él bueno, esa prueba tan cruel? Por lo tanto, no puede ser bueno. 
- De acuerdo, dios no es necesariamente bueno. Pero, siendo el creador del universo, por lo menos es omnipotente, ¿no?. 
- ¿Seguro? Si es así, ¿por qué razón castiga a sus criaturas si todas forman parte de su creación? ¿No estará castigándolas por cosas de las que Él, en resumidas cuentas, es el exclusivo responsable? Al Juzgar a sus criaturas, ¿no se estará juzgando a si mismo? En mi opinión, para ser sincero, sólo podrá disculparlo su inexistencia. Además, si nos fijamos bien, ni siquiera la omnipotencia es posible, se trata de un concepto, también éste lleno de irresolubles contradicciones lógicas. 
- ¿Como es eso? 
- Hay una paradoja que explica la imposibilidad de la omnipotencia y que puede formularse de la siguiente manera: si dios es omnipotente, puede crear una piedra que sea tan pesada que ni Él mismo logre levantarla. ¿Se da cuenta? Justamente allí reside la contradicción. Si Dios no logra levantar la piedra, Él no es omnipotente. Si lo logra, tampoco es omnipotente porque no ha sido capaz de crear una piedra que le resultase difícil levantar. Conclusión: no existe un dios omnipotente, ésa es una fantasía del hombre en busca de consuelo y también de una explicación para lo que no entiende.