viernes, 17 de septiembre de 2010

Solteros contra casados

¿Quién vive mejor? Los solteros o los casados. Los argumentos del eterno duelo, a examen.

Unos aseguran que viven más y los otros que lo hacen de forma más intensa. La verdad es que los solteros envidian la estabilidad de los casados y éstos las noches locas de los que pasaron de compromisos. ¿Qué hay de falso y de cierto en todos los mitos sobre la soltería y el matrimonio?

Pongamos un ejemplo, el caso de dos amigos, Javier y David. Javier vive con su novia, Sara, a la que adora. Se les ve felices. Hay noches que David, que es soltero por convicción (bueno, él dice que está firmemente comprometido con la poligamia), no puede evitar pensar en lo cómodo que sería despertarse a la mañana siguiente sin resaca al lado de una mujer como Sara. Se da la excusa de que él nunca ha encontrado a su Sara y que no se ha querido conformar.

El único compromiso que tiene es el que ha adquirido con su libertad. En cambio, Javier a veces se queda viendo una comedia romántica de las que le encantan a Sara y recuerda con añoranza el bullicio de la discoteca en la que ahora, previsiblemente, estará brincando su mejor amigo. Cada uno ha escogido una opción de vida, con la que se siente cómodo pero, en momentos concretos, es fácil jugar al: "¿qué hubiera sido de mi vida si hubiera tomado otra decisión?". Después, cada uno vuelve a su lugar, a su papel y defiende hasta la muerte las elecciones que ha tomado. Y ello nos lleva a un sempiterno debate entre qué es mejor: si tener pareja o estar solo. He aquí la verdad sobre los argumentos a los que solteros y casados suelen recurrir cuando se trata de defender su posición.

Los casados viven más

Según un estudio de la Universidad de Warwick (Reino Unido), realizado durante 20 años a 20.000 hombres, los casados viven una media de tres años más que los que decidieron quedarse solos. El estudio también descubrió que, además, ganan más dinero (unos 4.000 euros anuales de diferencia). Una de las principales razones por la que los casados son más longevos es que, al compartir los gastos, sufren menos situaciones de estrés. Y eso se traduce en salud a manos llenas.

Los solteros se apoyan en los amigos para suplir a la pareja

Muchas personas creen que los mejores amigos de los solteros no dejan de ser un placebo para esos momentos en los que les gustaría tener pareja. De eso, nada. "Lo que ocurre es que los solteros han tenido la oportunidad de mantener su círculo de amigos durante mucho más tiempo y eso ha creado un entorno muy rico. A menudo, los casados se dejan relaciones de amistad por el camino. Un soltero no busca a sus amigos para suplir carencias, sino que disfruta de ellos porque ha sabido mantenerlos en el tiempo y crear relaciones muy estrechas", explica la sexóloga asturiana Carolina Lombardía.

Los casados echan en falta su libertad
No es la libertad lo que añoran, sino el tiempo que ya pasó. Y eso también les ocurre a los solteros. La única diferencia es que los primeros pueden establecer un vínculo erróneo entre esa nostalgia del pasado y la decisión de tener una pareja. "En general, echamos de menos situaciones pasadas: la juventud, las posibilidades que se abrían ante nosotros... Hay un momento en la vida en el que nos damos cuenta de que ya hay muchas cosas que no vamos a hacer y entonces somos conscientes de las consecuencias que tienen las decisiones que hemos tomado", ilustra Lombardía.

Los solteros duermen mejor

En la Universidad de Viena (Austria) se hizo un test de inteligencia a dos grupos de hombres: unos dormían acompañados, otros lo hacían solos. Los primeros estaban más "atontados", por decirlo de alguna manera, mientras que los segundos rendían más. ¿La conclusión? La calidad del sueño se va afectada por la compañía y eso hace que la vigilia se resienta.

Los casados tienen menos estrés

Todo depende de cómo les vaya el matrimonio. Según un estudio realizado en la facultad de Medicina de la Universidad de Ohio (EE.UU.), cuando un matrimonio está bien avenido, los cónyuges tienen los niveles de cortisol (la hormona responsable del estrés) por los suelos. En cambio, cuando van mal dadas, esa hormona se pone por las nubes, superando de largo a los solteros.

Los solteros esperan encontrar a la persona ideal
Hay solteros que han decidido serlo. Pero también hay otros que ponen como excusa que no han encontrado a la persona ideal con la que compartir su vida. "Hay posturas que son lógicas cuando se tienen 17 años. En ese momento, por ejemplo, uno quiere experimentar mucho y esperar a comprometerse. Pero cuando ese argumento lo mantiene alguien de 30 o 40 años es que algo falla. A esa edad no es necesario experimentar tanto. Aquí es cuando se empieza a emplear la excusa de no haber encontrado a la persona ideal, para seguir viviendo relaciones pasajeras", revela Lombardía.

Los casados están más gordos

Según un estudio que se practicó a 8.000 estadounidenses durante cinco años, los que lucían anillo engordaron 3 kilos más que los que no lo llevaban. Los solteros cuidan más su aspecto porque tienen que seguir siendo atractivos si no quieren pasar demasiadas noches solitarias. Las mujeres casadas engordaron una media de 4 kilos más pero, en este caso, parece que la razón es que se acostumbraron a seguir la dieta de sus maridos, que era mucho más grasa que la que tenían antes de pasar por el altar.

Los solteros se arrepienten a veces de serlo
"No tiene por qué ser así. Dependerá de la personalidad de cada uno. Pero, en general, si un soltero es extrovertido y capaz de establecer relaciones, no tiene por qué arrepentirse de su situación", explica Carme Freixa, psicóloga especializada en terapia sexual y colaboradora del programa "Ya te digo" de Antena Neox.

Los casados se aburren de estar en el sofá con sus parejas

A los solteros les puede parecer que no hay nada más aburrido que pasar el sábado por la noche tendido en el sofá con la mujer que ves todos los días. Pero esa, precisamente, es una de las cosas buenas que tiene una relación. "Esas situaciones se dan cuando se ha creado un vínculo emocional y ya no es necesaria la seducción permanente. Uno puede estar relajado, sin tener que brindar siempre su mejor cara y eso ayuda a conseguir el equilibrio psicológicos y aporta una sensación de comodidad", asegura Freixa.

Los solteros se sienten más solos
"El miedo a la soledad es algo que nos inculcan desde pequeños, porque vivimos en una sociedad gregaria. Muchos casados pueden experimentar momentos de soledad, por muy acompañados que estén. Y serán los mismos, seguramente, por los que pasen los solteros", explica Lombardía.

Los casados son más dependientes

Un tipo soltero es capaz de escoger sus mejores galas sin consejo. Una mujer soltera, seguramente, puede colgar un cuadro o arreglar un circuito eléctrico de su casa sin ayuda de nadie. Está claro que son más independientes... pues no. Esas capacidades también las tienen los casados, simplemente es que han dejado de emplearlas. "Cuando vives en pareja, cada uno se especializa en un área de decisión en la que se siente más cómodo y así se delegan las tareas", comenta Freixa. Es verdad que cuando uno deja de practicar algo, cuesta más volver a hacerlo. Pero ello no significa que sea imposible o que esa persona sea más dependiente que otra.

Los solteros se maltratan más el hígado

Según un estudios del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades Norteamericano, los casados fuman menos y consumen menos alcohol que los solteros, viudos o divorciados y, por tanto, son menos propensos a padecer ciertas enfermedades.

Los casados renuncian a más cosas
Es cierto que la convivencia exige ciertos pactos y que no se puede seguir pensando en singular. Pero esas renuncias no suelen ser nunca demasiado costosas. Sin embargo, sí que hay una tendencia en culpa a la relación de renuncias que no tienen que ver con el estado civil. "A veces renunciamos a metas que nos marcamos en la vida por diferentes razones. En general, pensamos que ya las conseguiremos y el tiempo va pasando. Es fácil, en una situación así, culpar a la relación de no haber realizado lo que queríamos. Pero muy en el fondo, sabemos que es una excusa", asevera Lombardía.

Los solteros tienen más sexo
Ni siempre están ligando ni están rodeados de chicas disponibles a todas horas. Es probable que tengan más variedad, pero no mayor cantidad. A cierta edad, además, el conocer a chicas se complica más y la competencia con las nuevas generaciones resulta feroz.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Lo hacemos... y a dormir

Un revolcón a las tantas es el mejor narcótico para los hombres

Pero resulta que el sexo entre las sábanas (y a las tantas) sólo nos beneficia a nosotros. Ellas, de hecho, se llevan la peor parte. Según un estudio realizado por la Unidad de Alteraciones del Sueño del Hospital General de Cataluña, el sexo es positivo para el hombre antes de dormir porque, después de alcanzar el orgasmo, se acelera en él el proceso de descanso. Para la mujer es otro cantar. Ella permanece más tiempo estimulada y llega más tarde a la relajación. Por cierto, ¿sabías que una de las mejores formas de despertase es con besos y caricias? Al parecer, los mimos matutinos ayudan en la transición del sueño profundo al superficial. En esto de salir del reino de Morfeo y entrar en el de Eros, el estudio asegura que los argentinos, brasileños y españoles son los que más se despiertan con esos dulces estímulos mientras que los japoneses apenas tienen ese hábito.

En cuestión de sexo, menos es más.

Respira, amigo. No tienes que invertir toda la noche para dejarla satisfecha. Olvídate de batir records: según un estudio de la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) una buena sesión de sexo dura entre 3 y 13 minutos. "La mayoría de la gente piensa que lo ideal son 15 0 20 minutos", asegura el autor del estudio, "pero con nuestra encuesta hemos comprobado que el sexo que supera los 13 minutos está considerado como demasiado largo por las mujeres". Pero tampoco te aceleres: déjate el cronómetro en el cajón de la mesilla, que tampoco es plan.

jueves, 26 de agosto de 2010

Colombia - El riesgo es que te quieras quedar

Colombia, Tomar el Riesgo De Conocerla

COLOMBIA ES PASION

Colombia lejos de ser el mejor pais para vivir


La revista Newsweek publicó el ranking de los mejores 100 países del mundo para vivir, encabezado por Finlandia. En América Latina, Colombia está en el puesto 61 y solo se encuentran por debajo Ecuador, Venezuela y Bolivia.
La revista Newsweek publicó la semana pasada el ranking de los mejores 100 países del mundo para vivir. La lista la encabezan Finlandia, Suiza, Suecia, Australia y Luxemburgo.

Estados Unidos se encuentra en el puesto 11, y fue superado por su vecino Canadá, que está en el 7, y otros países europeos como Noruega (6), Holanda (8) y Dinamarca (10).

En América Latina, el país que mejor le va es Chile, que se encuentra en el número 30. Colombia por su parte, se encuentra bastante rezagado en la lista, en la posición 62. La mayoría de países de la región se encuentran por encima de Colombia: Panamá (41), Perú (42), Uruguay (44), México (45), Argentina (46) y Brasil (48).

Ecuador, Venezuela y Bolivia fueron los países sudamericanos que más abajo quedaron en el ranking. Se ubicaron en los puestos 70,71 y 77, respectivamente. A estos países no les fue bien en materia de dinamismo económico.

Los africanos quedaron en la cola. Los últimos cinco puestos fueron para Uganda, Zambia, Camerún, Nigeria y Burkina Faso.

El objetivo de la revista con este listado era responder a la pregunta hipotética: ¿Si usted hubiera nacido hoy, cuál país le proporciona mayores oportunidades para tener una vida sana, segura, razonablemente próspera y con una mayor movilidad?

Para esto, se utilizaron cinco categorías de medición:niveles de educación, salud, calidad de vida, competitividad económica y situación política.

http://www.finanzaspersonales.com.co/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=731

Haz que tu relacion dure


Si ella te gusta y quieres que la cosa vaya a más, vas a tener que trabajártelo, amigo. La primera impresión cuenta, pero lo que viene después es aún más importante.

Piensa que una relación personal es como un torneo de golf. Cada swing es decisivo. La preparación es importante. El momento de contacto con la pelota es crucial. No obstante, la clave de tu éxito está en un detalle que muchas veces se pasa por alto: el seguimiento. Es cuestión de paciencia y compromiso, dos palabras que no son muy habituales en nuestro vocabulario, pero que en esta ocasión pueden darnos la clave del éxito. Independientemente de las circunstancias (ya sea la primera cita, la primera noche en tu casa o el momento en que te presenta a sus padres), no bastará con que juegues bien en el momento preciso. Deberás tener en cuenta cómo ella percibe cada uno de tus pasos, para poderte avanzar en tu siguiente movimiento.

Diferencias entre hombres y mujeres

"Vosotros los hombres entendéis las relaciones como una serie de etapas que se tienen que ir superando, como si se tratara de una escalera y uno tuviera que ir subiendo los peldaños. Necesitáis situaros: ¿soy un amigo? ¿soy un rollo? ¿soy una posible pareja?", comenta Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona.

En cambio, las mujeres no suelen tener la necesidad de ir alcanzando objetivos. "Ellas son mucho más conscientes de su capacidad de seducción y no se fijan metas. Pero para sentirse a gusto, deben notar que son las ?elegidas?, que se han convertido en el centro de atención de él, al menos cuando están a su lado", asegura Molero.

Esto lleva a malos entendidos. En ocasiones, a ti te basta con alcanzar un logro: la primera cita, el primer beso, la primera vez que te acuestas con ella... Si has llegado ahí, es porque significa algo, ¿no? Pues parece que para ella, no. Puede haberte besado porque en ese momento le apetecía, pero si no refuerzas la intimidad creada en ese momento, de poco te va a servir.

Vuestra primera cita

Habéis pasado una noche fantástica juntos y ahora quieres demostrarle que te gusta de verdad. Vale, pero no te excedas. No corras a agregarla como amiga en Facebook. "Ser empalagoso o agobiante en las primeras etapas es muy negativo", señala Molero.

Siguiente paso: las cosas han ido bien, pero aún no es el momento de cantar victoria. "No puedes dar por hecho que volveréis a quedar. Aún no sabes lo que está buscando ella y no puedes presuponer que es lo mismo que tú quieres. Lo mejor es esperar un par de días para llamar y volver a negociar una nueva cita", explica la sexóloga asturiana Carolina Lombardía.

Siguiente paso: "Lo mejor en estos casos es enviar un SMS o un e-mail diciendo que te gustaría seguir conociéndola", aconseja Molero. Así abres una puerta sin dar nada por sentado.

El primer beso


Es un punto básico en la relación, es una forma automática de pasar de la "zona amigo" a la "zona ligue". Todo lo que ocurra antes del beso, por muy especial que sea, puede ser interpretado como amistad. Sin embargo, una vez has dado el beso, está claro que los dos estáis abiertos a algo más. "Al añadirle un componente erótico a la amistad, se puede plantear una relación", aclara Molero. El beso no sirve para dar nada como seguro, pero te allana el camino que os puede o no llevar a otro estadio.

¿Y cómo llevarlo a cabo? Por muy tópico que suene, sigue imponiéndose el beso en la puerta de casa, a modo de despedida. "Nunca pasa de moda: crea expectativas e ilusión y, además, te vas a dormir con una sonrisa", explica la sexóloga.

Siguiente paso: no creas que al día siguiente puedes darle un morreo a modo de saludo. Sí que puedes tener una actitud más cercana, como tocarle la cintura cuando la saludes o permitirte pequeñas libertades. Tendrán que venir más besos, para no moverte de la zona que has conquistado, pero no debe descubrir la ansiedad que sientes porque eso ocurra.

La primera vez que os acostáis

Lo más difícil es decidir cuándo. "Existe la idea de que para demostrar que eres desinhibido tienes que hacerlo en la primera cita. Pero si ella te gusta en serio, ambos os sentiréis más seguros si vais más despacio. Lo que ocurre es que el miedo de defraudar al otro y la falta de confianza para poner el tema encima de la mesa provoca que a veces las primeras relaciones sexuales no sean satisfactorias", explica Molero.

Carolina Lombardía también aconseja que se espere un poco. "Alargar el cortejo hace ganar seguridad y evita arrepentimientos", explica. Según esta especialista, antes de saltar a la cama, deberíamos haber tenido unas cuantas citas. La clave no está tanto en el número, sino en la variedad. "De noche todos parecemos más atractivos, pero también está bien conocer a la otra persona en un plan que suponga compartir una afición: ir al cine, pasear, ver una exposición...", recomienda Lombardía.

Siguiente paso: si has seguido los consejos anteriores, la situación es bastante fácil. Ya has construido algo a lo que volver, una relación que se basa en veros de vez en cuando y hacer cosas que os apetecen. Así que no se darán situaciones violentas porque tienes un entorno en el que los os sentís cómodos. Y eso es algo que debes respetar. Seguramente, cada vez os entrarán más ganas de pasar más tiempo sin salir de la habitación. Pero si de buenas a primeras, ella ve que tras la relación sexual, ya no tienes ningún interés en hacer otro plan, seguramente se sentirá molesta. Y, otra cosa, un sms diciendo lo mucho que te ha gustado siempre es bien recibido.

Un regalo sorpresa por su parte


Todo el mundo sabe decir: "Gracias? ¿Cómo sabías que me gustaba?". Si quieres ir más allá, reconoce el esfuerzo que ella ha puesto en el mero acto de regalarte algo, independientemente de cuál sea el obsequio. Si se trata de una etapa inicial de la relación, pensar en un regalo para ti puede haberle provocado nervios y mareos durante tres días. E incluso si lleváis varios años juntos, si te limitas a darle las gracias y seguir con lo que estabas haciendo, la dejarás hecha polvo. "De todas formas, si no te gusta, deberás decírselo, valorando en todo momento que te haya hecho un regalo. El problema es que si te callas, creas un precedente muy peligroso. Ella se va a seguir haciéndote regalos de ese palo y tarde o temprano, se convertirán en una arma arrojadiza. Al principio de la relación, con mucho tacto, tenemos que ir educándonos en los gustos del otro", recomienda Lombardía.

Siguiente paso: dile por qué es importante para ti su regalo y pregúntale qué la llevó a escogerlo para ti.

El día en que te presenta a sus padres


Si sus padres comparten el pan contigo, es porque te aceptan como progenitor de sus nietos. A pesar de semejante perspectiva, deberías controlar mucho lo que dices. "Es importante no hablar demasiado, porque acabarías contando cosas que no deben saber. Es importante guardar las reglas de cortesía, que te permitirán no ser ni demasiado familiar ni excesivamente servil, que son lo dos defectos más comunes en este tipo de situación", considera Lombardía. También deberías evitar los comentarios acerca de su hija o las frases en futuro sobre ella. Te arriesgas a que te acusen de creer que la conoces mejor que ellos o a que ella se mosquee porque estás revelando una parte de su personalidad que no le gusta que ellos conozcan.

Siguiente paso: justo después de la cena, dile a tu novia: "Son muy divertidos. Me ha encantado conocerlos." Ella marcará el ritmo de vuestros siguientes encuentros y bastará con ver tu buena predisposición para que se quede tranquila. Habéis superado otra prueba.

Tus peores meteduras de pata

Volvéis a casa en coche después de salir a cenar con unos amigos tuyos y tu novia empieza a mosquearse. Cada vez está más cabreada. ¿Es que no la has incluido en la conversación lo suficiente? ¿O es que el tema no le interesaba en absoluto? Tú eres quien debe interpretar su estado de ánimo y tomar aire para estar seguro antes de enfrentarte al problema con un abierto y benigno: "¿Quieres que hablemos?". Si te pregunta por qué lo dices, dile que parece preocupada y que, si algo va mal, te gustaría solucionarlo.

Siguiente paso: una vez que te haya comunicado el motivo de su malestar, reconoce que te has equivocado de manera rápida y contundente; así dejará de hacerte boicot. A las mujeres les encanta que los hombres reconozcan que han hecho algo mal, siempre que no lo comenten con sorna. Dile que te gustaría solucionarlo. Más adelante puedes matizar lo que sea, porque también tendrás que alegar tus razones. Pero con esa primera entrada, ella estará más dispuesta a escuchar tus argumentos.

Su fisica, tu quimica


Te enseñamos a sincronizar vuestros sistemas químicos internos para que haya más acción en la cama.

Amplifica sus niveles de lujuria

Testosterona

Cómo funciona: Es el combustible para nuestros impulsos sexuales pero un reciente estudio del Journal of Sexual Medicine demostró que la testosterona, producida en los ovarios y glándulas adrenales, también es un factor influyente en los niveles de lujuria de tu chica.

Contrólalo: Pisa el acelerador de su testosterona practicando alguna actividad deportiva y combativa. Científicos de la Penn State University (EE.UU.), descubrieron que los niveles de testosterona de las mujeres crecían nada menos que en un 49% durante la competición atlética. Id a la pista de squash o de ping-pong con ánimo vengativo. Ganes o pierdas, el subidón hormonal llevará al resultado adecuado en la cama más tarde. Asegúrate de poner la guinda final introduciendo algo de col en el menú posterior al encuentro. Está repleta de indol-3-carbinol (IC3), un fitoquímico que aumenta la testosterona en ambos sexos, según un estudio del Hospital Universitario Rockefeller de Nueva York (EE.UU.).

Pulsa los botones de su cerebro

Dopamina

Cómo funciona: El neurotransmisor del centro de su sistema de recompensa hace que se le antojen cosas relacionadas con el placer. La dopamina es importantísima en el deseo sexual.

Contrólalo: Súbele la dopamina con un buen plato de pollo picante. La proteína del pollo y la capsaicina del picante harán que se disparen sus niveles de dopamina. Al terminar de comer ambos tendréis el pulso, la circulación y el sudor acelerado. Corónalo con una porción de chocolate negro y deja que las feniletalminas del cacao denso aviven las llamas de su dopamina. "La novedad, la excitación y la sorpresa canalizan la actividad dopamínica", explican los responsables de un experimento realizado en la Universidad de Brown (EE.UU.). Algo tan sencillo como probar un restaurante nuevo tendrá este efecto, pero ir a buscar a tu chica al trabajo y llevártela de viaje por sorpresa el fin de semana funcionará a las mil maravillas. Después sólo necesitarás dejarte llevar.

Enciende su excitación

Melanocortinas

Cómo funciona: Las melanocortinas son neuropéptidos (pequeñas moléculas parecidas a las proteínas) que coordinan los sistemas de excitación del cerebro, cruciales para preparar su organismo para el sexo. Cuando sus receptores de melanocortina se activan, ella se siente increíblemente excitada.

Contrólalo: Enciende esta excitación en su cerebro con los olores y visiones que asocia con la recompensa sexual. Comienza rociando sutilmente la cama con tu aftershave cuando ella no mire, o mejor aún, el aftershave que llevabas cuando empezasteis a salir y tenías sexo día sí y día también.
La mejor manera de fomentar la liberación de melanocortinas es que ella se sienta el centro del mundo. Eso implica medir tus palabras para pulsar los botones psicológicos adecuados. Háblale del mejor sexo que hayáis tenido como pareja, mencionándola todo lo que puedas ("estuviste increíble" o "me encantó eso que me hiciste"). Al recordarle los intensos encuentros pasados y centrar toda la atención en su placer, liberarás sus melanocortinas y deseo sexual.

Ponte pulpo

Oxitocina

Cómo funciona: "Los niveles se disparan durante el orgasmo y refuerzan el vínculo de la pareja", explican los científicos del Instituto Kinsey de la Universidad Estatal de Indiana (EE.UU.) que han estudiado la oxitocina. También es clave para calmar su córtex cingulado anterior (CCA), la parte del cerebro femenino que evalúa los riesgos, un precursor crucial de la excitación sexual.

Contrólalo: Según los neurólogos, la mejor forma de aumentar la oxitocina es con el tacto, pero no te precipites con las cosquillas. En lugar de eso, abraza a tu chica durante 20 segundos, el tiempo necesario para elevar los niveles, explican estudios de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.). A continuación, prepárale un baño y enciende unas velas con olor a plátano. Un estudio de la Fundación para el Tratamiento y la Investigación del Olor y el Gusto (Reino Unido) descubrió que el olor a plátano aumenta el flujo sanguíneo a la vagina. Por último, recíbela con una toalla cuando salga de la bañera y prueba a soplar suavemente en su piel antes de que se seque. Esto estimulará más sus terminaciones nerviosas ya que el agua al evaporarse hará que su oxitocina se dispare. Y entonces sí podrás hacerle cosquillas.

Escala sus cimas

Estrógeno

Cómo funciona: Se produce en los ovarios y es el que gobierna la excitación. No es tanto la chispa que enciende la pólvora como la pólvora en sí misma.

Contrólalo: Un estudio de la publicación Human Reproduction demostró que las parejas tienen un 26% más de sexo durante los días más fértiles del ciclo femenino (el día de la ovulación que coincide con la mitad del ciclo, y cinco días antes), cuando sus niveles de estrógeno están en lo más alto.

http://www.menshealth.es

viernes, 20 de agosto de 2010

Lo geek está de moda

Esta subcultura, formada por personas aficionadas a la tecnología, los nuevos medios y los objetos fantásticos, se impone en todo el mundo. Estas son sus características.
Una de las series de televisión más populares en Estados Unidos durante este año ha sido The Big Bang Theory, que muestra la vida de cuatro científicos exitosos profesionalmente, que invierten su tiempo libre entre consolas de videojuegos, libros de comics, películas de ciencia ficción y juegos de rol. Más allá del apoyo en los ratings, este programa pone de manifiesto una nueva subcultura basada en la obsesión por las nuevas tecnologías y la fantasía en todas sus formas.

Conocida como geek, sus representantes invierten grandes cantidades de dinero en dispositivos digitales, literatura y medios que los acerquen a esos mundos fantásticos. Suelen ser los primeros en comprar novedosos aparatos, adquirir temporadas de televisión y películas en Blu-Ray, leer libros de fantasía (desde Harry Potter hasta el Señor de los anillos) y en dar sus impresiones de todo esto a través de blogs y mensajes en redes sociales, como Twitter.

Curiosamente, estos personajes nunca dejan de tener los pies en la tierra. Por el contrario, la mayoría se destaca en sus respectivos campos profesionales pues, al fin y al cabo, ven el trabajo como vehículo perfecto para satisfacer sus necesidades lúdicas. Entre otros geeks famosos están Peter Jackson (director de El Señor de los anillos), Steve Jobs (fundador de Apple), Jhonny Deep y Ben Stiller (actores).

La autora Julie Smith, en la revista New Orleans Beat, describe a estos personajes como jóvenes tan introvertidos que terminan por sentir poco parentesco con su propio planeta, al punto que rutinariamente viajan a los mundos inventados por sus autores favoritos y hallan en el ciberespacio un sitio emocionante para su propia vida.
fuente: finanzaspersonales.com.co

cumpleaños de valentina

de paseo en aquarama

Aquarama

Aquarama

Aquarama

viernes, 18 de junio de 2010

Tsunami Hits Thailand & South East Asia!

Imagenes impresionantes

Lee su mente

Desengáñate: Cuando tenéis sexo, no siempre está pensando en tí. Aprende a llevarlo con dignidad.

Es fácil. Sólo hace falta que la pasión entre las sábanas se ponga al máximo para que los hombres dejemos de pensar. La mente se nos queda en blanco y toda la superficie cerebral se dedica al saludable ejercicio de disfrutar el momento. Ellas, encantadas, que conste. Pero resulta que en su caso es diferente. Cuando una chica se quita la ropa, el cerebro se le acelera: las mujeres se lo piensan mientras actúan. Y lo de actuar es literal: en su cabecita, muchas veces no eres tú el que la está volviendo loca. ¿Quieres comprobarlo? Pues pasa de página. Te mostramos los pensamientos secretos de un buen puñado de mujeres. Así que lee, aprende y aplícate el cuento, Romeo.

Diferentes investigaciones confirman que para alcanzar el orgasmo, las mujeres han de acallar las partes de su cerebro vinculadas a la ansiedad y el miedo. De manera que si conocieras los "jaleos" de su cabeza, podrías reaccionar y ayudarle a llegar a un increíble clímax apaciguador. Nuestra encuesta te mostrará por dónde empezar.

"Me preocupa que él piense que no lo hago bien y arruinar cualquier posibilidad de tener una relación"
Lucía, 19 años

El 57% de las mujeres afirmaron que durante la relación sexual se preguntan si tú realmente estás disfrutando. Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) descubrieron que para maximizar el placer de una relación sexual hay que ser concreto sobre qué es lo que disfrutas: "cuanto mejor describas eso que te gusta, más convincente le sonarás".

"A ver si se da prisa y termina ya"
Laura, 22 años

Sorpresa: según una encuesta a terapeutas de sexualidad, la relación sexual ideal sería entre 3 y 13 minutos. Tú observa su respiración y lenguaje corporal. ¿No hay altibajos? Entonces es que probablemente ya ha tenido suficiente.

"Ahhh, maldita sea: ¿llevo las piernas depiladas?"
Diana, 26

Más de la mitad de las mujeres encuestadas afirmaron que les preocupa el tema del vello corporal prácticamente cada vez que tienen sexo. Un encuesta realizada por The Kinsey Institute for Research in Sex (EE.UU.), apunta que lo mejor es tocarla como si no te importara; así no se sentirá avergonzada y saldréis ganando los dos. Luego anímate y distráela mostrando entusiasmo por una parte de su cuerpo con la que ella se sienta a gusto.

"Mientras practico el sexo pienso en tríos, pero nunca querría hacer uno de verdad"
Marta, 28

Muchas mujeres aliñan la relación sexual con pomposas fantasías porque les excitan y no suponen una amenaza para la relación. Así que déjate llevar. Cuando estéis juntos, susúrrale fantasías alocadas (¡que la incluyan!). Dile en qué lugar público te gustaría hacerlo con ella. O juega a ser dos personas a la vez. Primero un amante salvaje, y luego cambia al tipo sensible que se tumba encima y le besa suavemente.

"Fantaseo con la idea de desinhibirme, tomar las riendas y usar todo tipo de juguetes"
Laura, 33

Pero generalmente es demasiado tímida. Más de un tercio de las mujeres entrevistadas dijeron que durante el sexo piensan cosas sucias de las que les avergüenza hablar.

Una de cada cuatro está imaginándose una postura que no se atreve a pedirte. Según investigadores de la Universidad de Yale (EE.UU.), a menudo la indecisión a la hora de expresarse está relacionada con otras inhibiciones, como la preocupación acerca de su estética o su sabor. Puedes empezar describiendo sensaciones: cómo te gusta su olor, su estética o su tacto. Si ella dice algo, respóndele. Si te da alguna pista, síguela. Cuanto más muestres tú tu excitación, y cuanto más lideres, más cómoda estará ella.

"A veces me encuentro pensando que tengo que hacer la colada después de esto"
Jennifer, 22

Puede parecer un cliché, pero más de una entre cuatro mujeres afirmaron pensar en las tareas del hogar mientras tenían sexo, y el 20% pensaban en el trabajo. Nuestra sugerencia más importante de la encuesta: échale imaginación. Si ella se aburre es porque el sexo le resulta rutinario. Así que ocúpate de eso: muévela un poco y sorpréndela. Agárrala más fuerte, recorre sus piernas con las uñas, si a ella le gusta inmovilízale los brazos. Hay infinidad de cosas que captarán su atención. ¿Quién dijo colada?

"A veces lo comparo con mi ex. ¡No puedo evitarlo!"
Silvia, 28

Sí, las mujeres piensan en otros hombres durante sus relaciones sexuales. A veces incluso fantasea con ellos. Asúmelo y no le des vueltas.

sábado, 29 de mayo de 2010

Pechos femeninos: todo lo que debes saber


Te contamos lo que las mujeres quieren que pienses y sientas sobre sus pechos.

Los pechos son algo que nos llama la atención. Los admiramos, los imaginamos, los deseamos, los fantaseamos y, cuando hay suerte, los tocamos. En ocasiones, las mujeres muestran un poquito y nosotros fantaseamos con lo que no podemos ver. Pero hay otras veces en las que ellas nos invitan a entrar y no nos podemos creer la suerte que tenemos. Los pechos son un imán para los hombres y las mujeres a veces se sorprenden de su poder de atracción.

En la Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda, científicos descubrieron que el 47% de los hombres al conocer a una mujer, se fijan primero en los pechos, y también los miran durante más tiempo que cualquier otra parte del cuerpo. "Las mujeres saben que sus pechos llaman la atención de los hombres, pero ellas lo viven de forma muy diferente. Aquí se cruzan varias visiones que muchas veces no se encuentran: cómo perciben ellos sus pechos, cómo lo hacen ellas, cómo ellos piensan que emplean sus pechos y cómo ellas creen que les interesan a ellos", explica la sexóloga madrileña Verónica Vargas.

Y es ahí donde radica el problema: sabemos muy poco sobre pechos. Los árboles no nos dejan ver el bosque o, dicho de otro modo, las tetas nos impiden ver a la mujer. Para conocer la verdad, hemos consultado a sexólogas y hemos encuestado a más de 700 mujeres. En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber con sello oficial porque procede de propietarias de pechos. Haz caso de estos consejos y te ganarás de una manera muy respetuosa y sincera lo que todo hombre desea: un salvoconducto a sus pechos.

VERDAD #1
Las mujeres no piensan que seamos unos cerdos con este tema.
Ya lo dijo el humorista Jerry Seinfeld hace algunos años: "Mirar un escote es como mirar al sol, no hay que observarlo fijamente porque es demasiado arriesgado". Hablarle a los pechos de una chica no es de buena educación. De hecho el 42% de las mujeres que encuestamos dijeron que cuando se daban cuenta de que un hombre les estaba mirando los pechos, les miraban fijamente a los ojos, a ver si captaban la indirecta. El otro 34% pensó "que mire". La verdad es que tres cuartos de las mujeres a las que preguntamos consideran que la fascinación de los hombres por los pechos no hace daño a nadie. El 70% dan por hecho que la mayoría de los hombres se siente irrefrenablemente atraído por su delantera. Es como si se hubieran acabado acostumbrando a nuestro comportamiento, algunas incluso lo aprecian. "Me encanta que los hombres me miren a los pechos" explica Raquel, de 23 años. "Me hace sentir sensual". Obviamente esto no significa que tengas vía libre para quedarte mirando embobado o para hacer comentarios vulgares, aunque sea en broma. "Las mujeres se toman los comentarios muy en serio aunque se rían" afirma Sara Churchill, fundadora de hiddenfeet.com, un grupo de apoyo online para mujeres con pechos grandes (no, no es broma). De hecho, las únicas excepciones que hacían las mujeres encuestadas parecían relacionadas con la vulgaridad y no con el simple hecho de mirar. "Una cosa es saber que te están mirando los pechos y otra muy diferente es que verbalizarlo. Eso lo convierte en algo desagradable", asegura Carolina, de 34 años.

Qué hacer
"Es una cuestión de tener un poco de tacto y saber con quién estás jugando. Si ha habido un coqueteo previo, es posible que la mujer se sienta incluso halagada. Si la miras ahí insistentemente sin que haya ningún tipo de complicidad, te tomará por un baboso", vaticina Vargas. Muchas mujeres de la encuesta son de la misma opinión. "A pesar de su prominencia, mis pechos son una parte muy íntima" afirma Carolina. "Esa es la razón por la que a las mujeres no les gustan los mirones, es como una violación de la privacidad". Quizá sea esta la raíz de la tensión. Cuando preguntamos en otra encuesta a 1.750 hombres qué era lo que les excitaba tanto de los pechos femeninos, la mayoría afirmó que era, sobre todo, algo muy íntimo de la mujer. Luego venía la forma, el movimiento y a una distancia considerable, el tamaño.

VERDAD #2
Muchas mujeres aman sus pechos más que tú.
Las mujeres a quienes encuestamos estaban en su mayoría encantadas con sus atributos. El 62% opina que es más excitante quitarse la parte de arriba que la de abajo, y el 78% prefiere colocarse arriba porque así se ven mejor sus pechos durante el sexo. Y aunque es cierto que hay mujeres que los aumentarían a golpe de bisturí, el 69% de nuestras encuestadas nunca lo harían. "Cada mujer siente de forma muy especial sus pechos y se ha acostumbrado durante años a vestirse en función de ellos. Por ejemplo, hay escotes que sólo les quedan bien a chicas con poco pecho y otros que son ideales para las que tiene mucho y quieren disimular. Todo esto lleva un tiempo de aprendizaje y finalmente la mayoría de las mujeres se sienten a gusto con los pechos que tienen. En general, las particularidades son las que les hacen sentir que son especiales", revela Vargas.

"Las mujeres empleamos la ropa que nos ayuda a dar el mensaje que queremos a los hombres con nuestros pechos", explica Nuria, de 27 años. De hecho, el 87% de las mujeres encuestadas piensan que aquéllas que se esfuerzan en mostrar sus pechos acaban recibiendo un tratamiento preferente por parte del sexo opuesto. "Tengo una camiseta roja que a mi marido le resulta muy atractiva" explica Paloma, de 37 años. "Siempre bromeamos con que mientras lleve puesta esa camiseta puedo salirme con la mía".

Las mujeres confesaron que usaban esta estrategia para obtener bebidas gratis, para librarse de multas de tráfico, y en un caso, que demuestra lo vulnerable que puede ser un informático, para obtener un disco duro gratis. Pero dicho esto, un 71% de las mujeres afirmaron que nunca habían utilizado conscientemente sus pechos para conseguir algo.

Qué hacer
"Tampoco exageremos: las mujeres no vamos enseñando nuestros pechos para conseguir regalos. Pero sí es cierto que algunos hombres se quedan un poco atontados cuando los ven. Esos hombres hacen que les perdamos el respeto y, es cierto, si podemos sacar algo de provecho, lo haremos, porque creemos que se lo merece", explica Vargas. Y ahí es donde debes poner límites: no es lo mismo dejar colar a una chica con muchos encantos, que permitir que una compañera de trabajo se atribuya el éxito de un trabajo que has hecho tú.




VERDAD #3
Las mujeres pueden tener conflictos con respecto a sus pechos.
El origen de la mayoría de los conflictos con los pechos viene de la adolescencia. "A cada chica le crecen los pechos de forma diferente y siempre busca otros ejemplos que son distintos al suyo. En ese momento, hay demasiada atención sobre sus pechos, ya sea de los compañeros de clase como de la familia, y eso hace que se viva de forma conflictiva", explica Vargas.

¿Por qué crees que las estudiantes siempre llevan su carpeta sobre sus pechos? Pues porque les da vergüenza cualquier comentario. Las chica con mucho pecho lo pasan especialmente mal, porque no están preparadas para los comentarios que se les avecinan. Después, en la edad adulta, pueden estar la mar de felices de su delantera.

El hecho de que los pechos no dejen de cambiar nunca sólo complica las cosas. Las mujeres normales cambian de talla de copa seis veces durante su vida adulta. Los ciclos menstruales, la píldora anticonceptiva, los cambios de peso, el embarazo y la lactancia alteran el tamaño, la forma y el tacto de los pechos. Entre otras quejas escuchamos: "están por todas partes", "cuesta encontrar ropa de mi talla" y "a veces duelen".

Qué hacer
Lo mejor es adorarlos con palabras muy precisas. "No sirve: me encantan tus pechos, ¿a qué hombre no le gustan? Se tiene que ser más certero: me gustan tus pezones, me vuelve loco la forma... Todas esto puede ayudar a una chica que no se siente muy segura a ganar autoestima. Y por otra parte están las miradas de admiración, que a veces son mucho más útiles que las palabras", asegura la sexóloga.

VERDAD #4
En la cama no sabes nada sobre ellos.
Puedes encontrar todo tipo de trucos sobre cómo tocar, acariciar y honrar los pechos. De hecho, quizá hayas leído en esta revista que hay una concentración de nervios sensibles justo alrededor de la areola, o que frotar la parte de debajo de un pecho es muy agradable para ella, o que a los pezones les gusta que los chupen y los laman. Son ideas buenas, pero al fin y al cabo no son más que aproximaciones. "Cada mujer lo siente de forma diferente, por lo que es muy aventurado generalizar", aclara la experta.

Los hombres tienden a tener dos defectos a la hora de tocar. O bien tienden a acariciarlos de la manera que a ellos les gusta que les toquen (lo cual significa con más firmeza o dureza) o como le gustaba a una pareja anterior. En cualquier caso, quizá a ella no le guste así. He aquí otras cosas que las mujeres quieren que los hombres sepan sobre los pechos: "No agarres tan fuerte, que no son extraíbles", "¡no muerdas!", "sé más delicado", "no los babees". Y por otro lado: "¡chúpalos!" y "me gusta que me los toquen con más fuerza de la que suelen usar los hombres". ¿Cómo comportarse ante tanta contradicción?

Otro punto importante es cómo comenzar. A las mujeres nos gusta seguir pensando que son algo importante para los hombres, por eso, ver algo de devoción en los primeros movimientos, siempre gusta.

Qué hacer
Cada vez que una mujer se quita el sujetador en tu presencia, tienes que eliminar todos los recuerdos de pechos anteriores. Esto funciona incluso si ella es tu pareja desde hace años. Empieza de nuevo. Nunca los habías visto antes. Esto abre un mundo de posibilidades increíbles. Así no caes en la rutina y no te pierdes ninguna de las partes de las que ella puede disfrutar. Lo importante es observar sus reacciones o simplemente sentirlas para saber si vas por buen camino. También tienes que quitar tensión sexual a esos momentos de gran intimidad. Por ejemplo, si estás sentado en el sofá viendo la tele con ella, el simple hecho de recostar tu cabeza en su pecho puede hacer que una mujer tenga poderosos sentimientos maternales (de los buenos). Esto intensifica vuestros lazos emocionales.

Una última verdad
Al final, el desdén que sienten las mujeres por los mirones junto con el bombardeo de imágenes de pechos en los medios, pone al hombre normal en desventaja antes incluso de saludar a una mujer. Ese es nuestro reto. Sí, hay un doble estándar en el hecho de que estemos rodeados de pechos y luego se nos señale con el dedo cuando los miramos. Una lástima. Acepta el desafío. Disfrútalo. Disfruta los pechos en privado, respétalos en público y honra a las mujeres que los traen a tu vida. Porque, ¿qué sería la vida sin pechos?

viernes, 21 de mayo de 2010

11 cosas que ellas no te contarán

Si dejas que la mente de una mujer vuele sola, puedes encontrarte con un montón de sorpresas.

1 El pensamiento también cuenta.
No vayas muy de serio en una primera cita. Las chicas no te penalizarán por ello, pero irás al paredón si no te estrujas un poco la cabeza. No seas cerrado ni propongas la típica visita turística.

2 Te está fichando
Siempre están criticando nuestra mente "unineuronal", pero es por simple proyección. En realidad, evalúan tu sexualidad constantemente. Una de nuestras colaboradoras para esta lista admitió que se fijaba en las uñas de los dedos con la misma precisión que lo haría el telescopio Hubble; otra nos dijo que pensaba acostarse con un tipo pero cambió de idea cuando éste la llevó de vuelta a casa en su coche: "Se trata de poder y control, y al conducir no demostraba ninguna de estas cualidades".

3 El sexto sentido
Ella sabe qué chica del trabajo es la que te gusta, incluso si nunca se han conocido, porque es capaz de detectar el cambio en el tono de tu voz al referirte a ella. Por eso le desquicia que te quedes trabajando hasta tarde.

4 La muerte
Ella fantasea con asesinar a todos los hombres que en alguna ocasión le han llamado "nena". No seas uno de ellos.

5 Cuando el gallo canta
Si quiere que hagas algo, nunca te lo dirá más de tres veces. Si para entonces no has sacado la basura/parado de estallarte los nudillos/quitado la vista del precioso culo de esa camarera, entrarás en su secreta lista de marrones y serás agresiva y pasivamente torturado en algún momento (indefinido).

6 El juego de la caza
Si te pregunta quién es tu futbolista favorito no es porque realmente le interese. Lo que quiere es leer tus emails y está intentando averiguar tu contraseña.

7 Ella odia a tu familia
Desea pasar todos los días festivos con su familia, no la tuya, y no puede entender por qué motivo tú no lo ves de la misma manera.

8 Infierno florido
Si le envías flores a su oficina como muestra de arrepentimiento, ella hará como que le gusta, pero en el fondo lo considera un truco despreciable.

9 Usa un calendario
Hay una lista muy corta de cosas que ella dice no ser importantes pero que lo son. Y mucho. Entre estas cosas solemos encontrar comprar un anillo de boda o querer tener niños, pero lo que nunca falla es el día de su cumpleaños. Como te lo saltes, tus relaciones sexuales desaparecerán.

10 A ella le gusta su padre
Hay por lo menos un famoso que le mola porque le recuerda a su padre, pero nunca lo admitirá. Si de repente adquiere hábitos televisivos extraños, y hace lo posible por ver series estúpidas a las que tú no le encuentras la gracia, es normal que se te tuerza la sonrisa.

11 Las palabras del peligro
Lo peor que una mujer puede decir es "vale". Olvídate de su verdadero significado porque en lenguaje femenino significa "Eres un saco descerebrado y no merece la pena ni intentar explicarte lo que está mal". ¿Y sabías que en inglés se dice fine? ¿Y que esa es la misma palabra que en italiano significa el final? Mira tú qué coincidencia.

jueves, 13 de mayo de 2010

La bandera de Colombia

Estos son los momentos en que nos tenemos que sentir orgullosos de ser colombianos, que bonita es nuestra bandera.
Amaranto Perea, campeón de la copa UEFA

domingo, 25 de abril de 2010

CALLADITO ESTAS MAS GUAPO

En cuestión de sexo, puedes utilizar la boca para muchas cosas. Preguntar bobadas no es una de ellas.


El buen sexo no deja interrogantes estúpidos abiertos. Tendrías que estar flotando, incapaz de preocuparte de nada más. El problema es que a veces la mente se evade tanto que no piensas con claridad. Y entonces hablas sin pensar. Mala política. En general, en la cama, se valora el silencio. "Cualquier indicación o observación no forma parte del estímulo erótico y te saca de la situación", advierte Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona. Toca aprender a callar.

1 ¿La tengo grande?

Esta pregunta pasa por la cabeza de muchos hombres. Pero seamos sinceros, ¿de verdad quieres oír la respuesta? ¿Y de verdad quieres oírla justo cuando tu cosita está en su mejor momento? Es una pregunta inútil porque: a) da igual cómo la tengas, no hay nada que lo pueda cambiar; y b) si las noticias son malas, la chica mentirá. Y en cualquier caso parecerás un ególatra que mide el mundo a través de unos pocos centímetros que cuelgan entre sus piernas. Piensa qué harías tú en la situación inversa. Si ella te pregunta: "¿Tengo las tetas muy pequeñas?", acaso le respondes: "Cariño, ni me había dado cuenta de que tenías tetas...". Pues claro que no. Y, por cierto, a la pregunta obligatoria de si crees que tiene el culo gordo, tienes que responder obligatoriamente: "No, es perfecto."

2 ¿Puedes ir más rápido / darle caña / dejar de morderme?

Puede parecerte una forma sensible y cuidadosa de valorar la actuación de tu pareja. Ya sabes, como un sargento que habla con educación a sus tropas militares en lugar de ladrarles las órdenes como un poseso. Pero el problema es el siguiente: aquí no mandas tú. Eres como el afortunado que acaba de ganar la lotería, y el primer premio es estar tumbado justo donde estás tú. ¿Y qué ocurre si tu chica no está acertando en lo que está haciendo?

Hay unas normas básicas que debes respetar y que nos desvela Molero: "En la cama debería emplearse lo que los sexólogos llamamos ?comunicación sexual asertiva? y que consiste básicamente en no utilizar nunca la palabra ?no?. Una negación es un fracaso y provoca frustración", explica Molero.

Tranquilo, soldado. Si tu chica te hace algo con lo que no disfrutas, éste es el plan estratégico que debes seguir: hazle alguna cosa que sepas que le gusta y confía en que se distraiga y deje de hacer eso que te desagrada.

3 ¿No habías dicho que te apetecía probarlo?

Seguro que lo dijo. Y seguro que todavía quiere probarlo. Pero ahora, no. Aquí, no. De esta forma, no. Una cosa es lo que dos adultos se dicen de manera espontánea en la comodidad e intimidad del sofá después de tres copas de vino tinto, y otra cosa totalmente distinta es lo que esos dos adultos hacen cuando están en la cama.

Esta clase de cosas necesita charlas, negociaciones, planes y mapas de carreteras consensuados. Así que deja de hacer eso, espera al momento oportuno, que por mucho que insistas no va a llegar esta noche.

4 ¿Te ha dolido?

Piensa en las respuestas posibles:
a) "No, siempre hago muecas de dolor cuando experimento una relajación absoluta."
b) "No, siempre grito: "¡Eh, para! ¡Me haces daño!" cuando estoy en mi momento más pasional."
c) "Sí, imbécil. ¿Es que no te has dado cuenta?"

En momentos como ése, lo mejor que puedes hacer es no decir nada y actuar correctamente. "Deberías bajar la intensidad sexual y recuperar el erotismo mediante caricias".

5 ¿Te la has metido entera en la boca?

Una vez más, ¿qué esperas que te conteste? Hay un dicho sobre dar la mano y coger el brazo... Vamos a ver, ¿has intentado alguna vez meterte un plátano entero en la boca y seguir con la conversación? Agradece que, al preguntárselo, tu novia no dejara de hacer el trabajito para decirte: "Cariño, claro que me la he metido entera... como es tan pequeña es fácil...".

6 ¿Puedo encender la luz?

Lo que piensa ella: "Claro, enciende la luz. Y tengo una linterna en el armario, justo al lado de la cámara de vídeo. ¿Por qué no enciendes esas dos cosas también? Ah, y no te olvides de descorrer las cortinas para que los vecinos se diviertan con nosotros."

Para empezar, ¿alguna vez te has planteado por qué la chica ha apagado las luces? Es probable que algunos complejos la hagan preferir la oscuridad. "Si la relación ha empezado así, encender la luz cortará la atmósfera que se ha creado. Es el momento de concentrarse en la sensaciones y dejar las peticiones para otra ocasión", aconseja Molero.

Ata tu lengua corta y espera a mejor ocasión, pero entonces, utilízala también con pericia. Si ella tiene complejos, tendrás que reforzarla para que acceda a encender la luz. "En general, los dos temas que más acomplejan a las mujeres son el pecho y la celulitis. Decir de vez en cuando que te gusta ayuda mucho. Estos complejos no sólo influyen en tener la luz apagada, también hay posturas que las mujeres prefieren no adoptar por la visión que tiene su pareja de ella. Por ejemplo, algunas mujeres se sienten incómodas encima de sus parejas por cómo se ve su pecho en ese momento", explica Molero.

7 ¿Por qué no invitas a tu amiga?

Error. Error. Error. Ésta es una de esas preguntas que entran en la misma categoría que pedirle tu jefe que te duplique el sueldo o preguntarle a un niño de cuatro años si puedes cambiar los dibujos animados por un documental histórico. Sólo con preguntar, destruyes todas las posibilidades de una respuesta afirmativa.

Aunque tu pareja haya alabado el cuerpazo y las piernas kilométricas de su amiga, incluso aunque haya planteado de forma abierta hacer un ménage à trois con ella, nunca jamás debes preguntarle por qué no la invita. Si lo haces, tu novia tendrá la clara impresión de que quieres tener una aventura con su fantástica amiga... mientras tu novia hace de espectadora. Y no es eso lo que quieres. Lo que quieres es que tu pareja tenga la clara impresión de que, si eso es lo que ella desea (y si insiste), tú no vas a negarte.

8 ¿Quién es Javier?

¡Vaya, vaya! ¿Qué te parece? Resulta que la chica que tienes al lado ha hecho algo que muchas veces pillan haciendo a los hombres: pensar en una mujer cuando se acuestan con otra, y después gritar el nombre que no toca en el momento menos apropiado. Antes de montar una escena, detente un momento para adivinar si ella se ha dado cuenta del lapsus o si el nombre ha surgido de lo más profundo de su subconsciente a través de los efectos alienadores de tus movimientos de placer. "En estos momentos, es mejor no decir nada o intentar olvidarlo. A veces, en la vida diaria dices tenedor en vez de cuchillo. Esto suele ocurrir al principio de la relación, cuando existe la costumbre de decir otro nombre. Y ello no significa que lo recuerde con cariño o siga enamorada de él, puede tener el peor de los recuerdos y pronunciar su nombre", tranquiliza Molero.

9 ¿Te falta mucho?

Un buen momento para preguntarle eso es cuando tenéis que salir a cenar, tú ya estás esperando en la puerta de casa y ella sigue acicalándose. Un mal momento para preguntarlo es en la cama, en medio de un polvo, cuando, con toda seguridad, ella estaba a punto de llegar al orgasmo. Si lo preguntas por impaciencia o curiosidad, parecerá un reproche, y entonces es casi seguro que su respuesta sea: "No, a quien le falta tacto es a ti".

10 ¿En qué piensas?

Tiene los ojos cerrados y la boca abierta. Respira entre jadeos. Es evidente. Debe de estar pensando en la cena. O en la lista de la compra. O en quién se ha dejado la luz del comedor abierta.
Qué pregunta tan absurda: ¿cómo puede ser que la mujer con la que acabas de tener una relación íntima esté pensando en otra cosa que no sea vuestro fantástico encuentro sexual? No te preocupes por lo que piensa. Disfruta del momento. Igual que ella.

11 ¿Qué hora es?

Establezcamos un hecho primordial de la física: el sexo es un espacio sin tiempo. No tiene sentido acostarte con alguien si vas contando las horas y los minutos. Y si te preocupa quedarte dormido por la mañana después de haber trasnochado, pues pon el despertador. Lo único que debes hacer es asegurarte de que no es de esos que brillan tanto por la noche que estropean todos los momentos de paz (ya sabes, como estás haciendo tú ahora mismo).

http://www.menshealth.es/mh/sexo/detalleNoticia/Calladito%20est%C3%A1s%20m%C3%A1s%20guapo/2c9181aa282635a801282a5919370aa4/sexo

domingo, 18 de abril de 2010

De qué hablan las chicas cuando no estamos delante?

Sí: hablamos de sexo. Hablamos de vosotros. Mucho más de lo que imagináis. Pero que no se os suba a la cabeza. Hablar de hombres no deja de ser una forma de explicar cómo somos y cómo nos relacionamos las mujeres. Sois el detonante de la intimidad femenina, que es mucho más compleja que la de los hombres.


Todo empieza en el instituto. Le confiesas a una amiga que te gusta ese chico que va dos cursos por encima de ti; ella sonríe y te cuenta que le va el amigo de su primo... Ya habéis intercambiado los cromos. Compartís un secreto. Seréis amigas para siempre. La misma historia se repetirá, con el paso de los años, en el gimnasio, en la barra del bar o en el despacho. Para que una conocida se gane el título de amiga, tienes que hablar con ella de chicos y/o sexo.

Si pudieras espiar estas chácharas te parecerían raras, descorazonadoras, asombrosas, guarras y, a ratos, aburridas. El sexo es una zona oscura y todo el mundo agita su linterna intentando no darse de bruces o, al menos, minimizar los resbalones. Cuando comparamos apuntes con nuestras amigas intentamos sacar conclusiones de cómo somos y qué buscamos. Si quieres sacarle partido a estas conversaciones, no te limites a intentar saber qué pensamos de los hombres. En cada frase se cuela nuestra concepción de la vida. Y ésa es la información que de verdad te servirá para acercarte a nosotras.

Sutiles, pero directas

A veces nos exaspera tener que ser explícitas para que vosotros nos entendáis. Si yo le pregunto "¿qué tal?" a una amiga que la noche anterior tuvo una cita, y después sonrío, no me va a hablar del restaurante al que fue. Sabe que hablo de sexo y puede confirmar mis sospechas diciéndome: "es muy cariñoso" o "es muy apasionado". Yo me he ahorrado tener que preguntarle si pasó algo y quedar como una cotilla, y ella tener que confesar que , efectivamente, se acostó con él. Todo ha sido más elegante. A partir de ahí, compartirá sus dudas sobre la actuación del chico y podremos hablar de lo que pasó sin sentir que estamos retransmitiendo una peli porno. Es cierto que somos sutiles, pero simplemente para ahorrarnos trámites innecesarios. Ésa es la base de la complicidad femenina.

En el caso poco frecuente, pero interesante, de que dos mujeres "coincidan" (que hayan acabado acostándose con el mismo chico en distintas noches), esta delicadeza también se aplica: "¿Qué te pareció?". Esto se pregunta como si se hubiera leído el mismo libro. ¿Las respuestas?: "no pude dejar de leer", "me lo terminé en un par de horas"...

No os creáis nada: por mucho que a la gente le encante decir que a las mujeres lo que nos gusta es el sexo con amor, lo que realmente nos gusta del sexo... es el propio sexo.

La regla de los dos días

Pongamos que tienes un "topo" que te informa de lo que ella dice de ti. Pongamos que habéis pasado una noche juntos, y que la crítica te ha aclamado. Puedes reaccionar de dos maneras: dándote un par de besos en el espejo, o volviéndote paranoico al pensar que ella va demasiado deprisa. Te equivocas en ambas conclusiones. Se trata simplemente de la euforia post-coito. Es lo que una de mis mejores amigas describe como "la regla de los dos días". Tras una sesión de sexo (a no ser que haya sido objetivamente desastrosa) tendemos a idolatraros. Si el tipo en cuestión no tiene mucho talento, en dos días se nos pasa. Si apunta maneras, puede tardar hasta una semana en caer en desgracia.

Para nosotras resulta agotador. La amiga "afortunada" se pasa una tarde entera hablando de ese chico tan maravilloso y, al cabo de 48 horas, vuelves a preguntarle por él y te contesta que "no había para tanto" o que "el otro día no te conté que tuve que pagar yo la cena". La coletilla final siempre es idéntica: "por suerte, no me ha vuelto a llamar".

La fama es efímera y una noche de pasión no consolida tu carrera como amante. En la siguiente cita tendrás que esforzarte mucho más: ya no se te perdonarán los errores de novato.

Somos unas copionas

La mayoría de vosotros habláis de sexo de una forma puramente cuantitativa: cuántas chicas, cuántos polvos, cuántos orgasmos... Nosotras, en cambio, nos enorgullecemos de lo locos que os volvemos en la cama. Es intangible, pero saludable para la autoestima. Cuando una de nosotras nos cuenta que él dijo que fue increíble, queremos saber cómo y de qué manera ella consiguió que lo fuera. Que el relato sea más o menos explícito queda al gusto de la consumidora. Normalmente se trata de explicaciones del tipo: "me moví así y le toqué ahí". El resto imaginamos un movimiento y un tocamiento que no tiene porque ser el que nuestra certera amiga perpetró. Pero ya tenemos información suficiente para adquirir nueva sapiencia... de la que tú puedas beneficiarte.

Si hacemos algo atrevido sexualmente, nos encanta que nos digáis que os ha encantado... y que al cabo de cinco minutos volváis a decirlo.

Dinámica de grupo

Nuestras conversaciones a veces son despiadadas y en ocasiones laudatorias. Pongamos que Ana se ha encontrado con un egoísta increíble que en cinco minutos ha rematado la faena y, entre ronquido y ronquido, le ha indicado la parada de metro más cercana. Revuelo en la comunidad femenina. Para consolar a Ana, todas explicaremos historias semejantes. Si cometiste algún error en el pasado, ahora será resaltado en letras de neón. Somos gregarias y tu historia es la que tenemos más a mano para dar fe de ello. Sin embargo, si Ana ha pasado una noche que acabó con una caja vacía de preservativos en la papelera, todas recordaremos nuestras pequeñas victorias. Si tuviste una actuación estelar, será tu momento. Sólo hay una excepción: el novio actual. "Él" (hasta que se convierta en ex) siempre lo hace todo bien. Todo. No soportaríamos estar con un hombre al que nuestras amigas no respeten.

No bajes nunca la guardia: cualquier error puede ser utilizado en tu contra (y estos delitos nunca prescriben). Eso sí, cualquier acierto se convertirá en tu indulto en el mundo femenino.

Somos espías

Te sonsacaremos cualquier información sobre lo que opinan tus amigos de nuestras amigas. Todas lo hacemos. Es justo y necesario. Si Ana se ve gorda, no dudaré en chivarle que tu amigo comentó que tenía un buen culo. Si tu amigo dijo que Ana no le interesaba y ella me habla de él, le diré que es un cretino y que no merece la pena. El gran drama puede venir si la otra me delata. Por ejemplo, si Ana le dice a tu amigo que yo te he dicho que tú me has dicho... ella y yo nos diremos de todo. Quizá te parezca adolescente, pero es nuestro código de honor.

Si quieres salvaguardar los secretos de tus amigos, no me los cuentes.

Nunca juzgamos

La empatía femenina es proverbial. Como decía al principio, hablar de chicos sirve para hablar de nosotras. Y, para entendernos, si Ana me cuenta que se sintió humillada porque un tipo le pidió sexo anal, pensaré que es un pervertido... aunque yo lo haya hecho la noche anterior con tres desconocidos. Yo puedo animar a Ana a que lo pruebe, pero él no puede presionarla de esa manera. Te puede parecer absurdo y, seguramente, el tipo no se hubiera atrevido a proponérselo si ella le hubiera hablado de sexo con la misma sinceridad que emplea conmigo, pero son cosas que no vienen al caso. Nos produce mucha curiosidad lo que ocurre, pero nos interesa mucho más cómo nos sentimos. El baremo no son las acciones si no nuestras reacciones.

Estamos convencidas de que vosotros no nos comprendéis como lo hacemos entre nosotras.

La historia interminable

La anécdota que un tío tarda un minuto y medio en explicar a sus colegas, puede significar para una chica una hora y media de animada cháchara. Le contará a sus amigas absolutamente todo: desde la ginebra que mezcló con su martini, hasta si le separó la silla de la mesa para que se sentara, pasando por cómo pidió la carne o la cantidad de orgasmos que tuvo y de qué calidad. Esto refleja la realidad sexual de las mujeres: todo importa, ningún detalle merece ser pasado por alto.

Cuando te explica esa pequeña pelea que ha tenido en el trabajo, lo hace como si fueras su mejor amiga (y espera que tengas la misma paciencia que ella).

Te está diciendo algo

Vuelve a casa echando fuego por la boca. Cuando se relaja un poco te explica que el novio de Ana ("¡ese cerdo machista!") la ha engañado con otro. Ha sido un auténtico escándalo. Ella y sus amigas llevan tres días dándole vueltas al tema. Lo han debatido tantas veces y de tantas formas distintas que, en realidad, no le importa lo más mínimo tu opinión al respecto (nos valemos y nos sobramos para diseccionar y analizar este tipo de historias). Lo que quiere saber es qué opinas tú sobre la infidelidad.

Lo mismo puede ocurrir si te cuenta que Elena hizo un trío el otro día. No te está pidiendo que disertes sobre la moralidad de su amiga. Lo único que quiere es conocer tu opinión sobre el juego a tres bandas. Pero cuidado: puedes estar a punto de caer en una trampa mortal. Tal vez espera que tus ojos se iluminen, y que cojas el teléfono raudo y veloz para pedirle a Elena que repita la proeza con vosotros... o quizás sólo está suplicando un "no necesito a otra mujer". Sólo hay una forma de desactivar la bomba: desenfunda tú primero y pregúntale que piensa ella sobre esa práctica.

Las historias de sus amigas le sirven para descubrir cómo actuarías tú en la misma situación. Mantente siempre alerta o caerás en la trampa.

No te metas nunca con su amiga

Ni siquiera si has visto como ambas se sacaban la piel a tiras en la plaza más concurrida de la ciudad. Evidentemente, si no quieres morir joven, tampoco optes por defender a su rival o por soltarle un ingenuo "no hay para tanto...". Limítate a intentar entender por qué tu chica se siente así o asá. Si das tu opinión, sé respetuoso. Nada de: "¡qué bien! ¡ya no tendré que aguantar que te pases dos horas colgada del teléfono...".

Después de leer este artículo, seguramente estarás más cerca de comprender la naturaleza femenina. Pero ten algo muy claro: nunca serás una mujer. No intentes intervenir en las dinámicas femeninas o saldrás escaldado.

domingo, 21 de marzo de 2010

¿Cúanta plata se pierde por los billetes dañados?

Muchos colombianos continúan utilizando los billetes como si fueran una libreta de apuntes, algunos los arrugan para hacer aviones o barcos y no faltan quienes le ponen bigote a Policarpa o los grapan y los cosen con ganchos. Este deterioro anticipado de los billetes sigue generando un gran dolor de cabeza a las autoridades del Banco de la República, que tienen que destinar cerca de 6.000 millones de pesos al año para reponer piezas dañadas por maltrato. Un billete en condiciones normales de buen uso puede durar entre 10 meses (los de 1.000 y 2.000) y 34 meses (los de 50.000). El costo de fabricar un billete de baja denominación es de 52 pesos y de 103 para alta. En Colombia hay 1.430 millones de billetes en circulación equivalente a 28 billones de pesos. Según el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, las últimas campañas orientadas a alargar la vida útil de los billetes han ayudado, pero todavía las cifras de mal uso son muy preocupantes. Por esta razón, el Emisor relanzó la campaña para disminuir el deterioro prematuro de estas piezas y, a la vez, educar a la población para que evite ser víctima de los billetes falsos.

fuente: Revista Semana

viernes, 5 de marzo de 2010

Mis videos


El primer video es cuando competi en la modalidad de poomses en el open 2008 de Alicate España y los tres videos restantes son de montajes que hace la empresa Nuevo Estilo.